Fecha 14/09/2017
Los motivos que dan los inversores son rentabilidades, en algunos casos, próximas a los dos dígitos, que les han impulsado a entrar en mercados regulados y tradicionalmente copados por las empresas puramente energéticas.
Hasta ahora, el inversor meramente inmobiliario y financiero desconocía el NEGOCIO DE LAS ESTACIONES DE SERVICIO, reservado a petroleras y empresarios de estaciones. En el sector de estaciones de servicio, este año ha salido a bolsa la primera Socimi especializada en este tipo de activos. Detrás de esta Socimi hay dos importantes firmas de capital riesgo internacionales, que han llevado a cabo compras de gasolineras en el mercado español con gestión directa de las mismas y con una política multimarca.
Además, no encontramos una incursión en el mercado de otras sociedades de capital riesgo y otros fondos internacionales, que actualmente están realizando compras y analizando estaciones de servicio en venta. A esto hay que añadir que las grandes compañías petroleras siguen invirtiendo, como la gran compra realizada por CEPSA de las estaciones de servicio del Grupo Villanueva y del Grupo Paz, dando un gigante paso en cuota de mercado en la distribución al por menor a vehículos a motor.
Así mismo, inversores inmobiliarios y financieros se han lanzado a comprar estaciones de servicio en rentabilidad, es decir, gasolineras arrendadas a petroleras, que son los inquilinos o arrendatarios.
Analizamos las tipologías de estaciones de servicio, teniendo en cuenta que cada una presenta diferencias en el contenido obligacional de los contratos, y los requisitos son distintos en cuanto a normativa de competencia y regulatoria. Los márgenes comerciales son también diferentes, y a la hora de valorar el negocio y establecer una cuenta de explotación nos encontramos con tipologías de negocio distintas.
Estaciones COCO (Company Owned-Company Operated), donde la petrolera u operador petrolífero es propietario y gestor de la estación de servicio.
Estaciones DOCO (Dealer Owned-Company Operated) donde el Operador Petrolífero es el gestor de la estación de servicio, siendo el propietario de la gasolinera un tercero.
Estaciones CODO (Company owned, Dealer Operated) donde el distribuidor minorista sólo es gestor bajo un contrato de arrendamiento o gestión con el operador petrolero, propietario este último de la gasolinera.
Estaciones de Servicio DODO (Dealer Owned-Dealer Operated) donde el propietario y gestor de la gasolinera es un tercero, es decir, no es una petrolera pero tiene suscrito con ésta un contrato de Abanderamiento y Suministro en exclusiva de compra de carburante con una operador petrolífero.
Estaciones de Servicio BLANCA: Gasolineras que no pertenecen a la RED de estaciones de una petrolera y que comercializan los carburantes que compran en el mercado, bajo su propia marca.
Estaciones de Servicio low cost que pueden ser blancas o con imagen de marca de compañías, bien petroleras o empresas especializadas en este tipo de estaciones en régimen de franquicia. El boom de las gasolineras low cost viene motivado por inversiones pequeñas y, por tanto, con instalaciones muy básicas en comparación a las tradicionales. Normalmente no tienen personal y funcionan en régimen de desatendidas, siempre y cuando la Comunidad Autónoma en la que se encuentren lo permita.
Hay que añadir que las estaciones de servicio son distribuidores al por menor de carburante a vehículos a motor, mientras que los operadores al por mayor son las petroleras u otros operadores sin refino. Por tanto, las inversiones en las estaciones de servicio requerirán mantener una relación comercial con un operador al por mayor.
El precio de venta de una estación de servicio está relacionado con el volumen de venta de litros de carburante y con el volumen de facturación de las industrias anexas, pero cabe añadir que, aunque la valoración de una estación de servicio esté relacionada con el volumen de litros descrito, dependerá de la tipología de estación y habrá que proceder a un análisis minucioso de los contratos relevantes que afectan al activo.
Otro motivo del auge inversor es que, desde la salida de la crisis en el 2013, se ha ido incrementando el consumo por encima del 3% anual en gasóleos y gasolinas.
En el SECTOR DE RENOVABLES, las últimas subastas se han colocado más Mw que los inicialmente anunciados, lo que ha puesto de manifiesto el gran auge del sector y el elevado apetito inversor, tanto en eólica como en fotovoltaica.
Es conocida la autorización por CNMC, el 20 de abril de 2017, de la planta solar fotovoltaica de Mula (Murcia) que será la más grande de Europa, con una potencia de 450 MW.
Todo este interés en el mercado de renovables ha dejado atrás el anterior periodo cuando, en el 2012, el gobierno suspendió las primas, que trajo consigo la interposición de numerosas demandas por los anteriores inversores.
Actualmente las renovables compiten a precio de mercado en el sector eléctrico y sin ayudas públicas, a diferencia de las subvenciones que anteriormente tenían, pero el abaratamiento de la tecnología y la mayor eficiencia de las mismas en la producción, es el motivo por el que han entrado de lleno muchos inversores de todo tipo, y se están barajando inversiones muy rentables, pensadas para plantas con recursos solares y eólicos más eficientes, dependiendo de la ubicación geográfica.
Al igual que en el sector de estaciones de servicio, los MW de eólica y fotovoltaica de las últimas subastas se han adjudicado, además de a los actores tradicionales (Endesa, Gas Natural, Iberdrola etc…), a empresas cuya ocupación principal no es la generación eléctrica, como puede ser, a modo de ejemplo, ACS y fondos de inversión.
El nuevo auge de las renovables se ha impulsado también cuando han entrado a competir la eólica con la fotovoltaica. Los avances tecnológicos han permitido a la energía fotovoltaica entrar a competir con las energías tradicionales, ya que, hasta hora, la energía eólica era la única que podía hacerlo.
El coste de la factura eléctrica depende de tres componentes: los costes de la generación de la electricidad, los costes regulados del sistema (transporte, distribución, etc.) y los impuestos.
Hasta ahora la energía eólica era más competitiva en precios. Con esta nueva situación de la fotovoltaica, posiblemente va a permitir cumplir los objetivos impuestos por Bruselas del 20% de energías de fuentes limpias de la totalidad del consumo energético en el 2020 (DIRECTIVA 2009/28/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 23 de abril de 2009 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables y por la que se modifican y se derogan las Directivas 2001/77/CE y 2003/30/CE) y todo ello con unas previsiones de precios hasta dicha fecha entre 42,31 y 41,62 MW /hora según la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Competencia).
Consumo de energía primaria en España en el año 2016 en Ktep ( Ktep=103 tep; 1 tep = 107 kcal.) (Fuente: MINETAD, según informe de Julio 2017 de CIEMAT)
Petróleo: 54.950
Gas Natural 25.191
Energías renovables 17.288
Nuclear 15.312
Carbon 10.495
Comienzan ahora las rondas de financiación con bancos, redacción de proyectos, tramitación de permisos, construcción de grandes plantas y fabricación de estructuras, que conlleva una gran expectativa también en la contratación de proveedores e inversiones indirectas.
En definitiva nos encontramos actualmente frente a mercados muy activos, tanto en el sector de estaciones de servicio como el de renovables, en el que además de los actores tradicionales (compañías energéticas, petroleras y eléctricas) han irrumpido inversores puramente financieros e inmobiliarios.
El sector energético es una disciplina multidisciplinar, que requiere especialistas legales en mercantil, regulatorio, medioambiente, financiero, fiscal, inmobiliario, procesal y arbitraje.
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