Sofía Sanmartín
Дата 13/02/2020
El tejido empresarial español se construye principalmente en base a la empresa familiar. Son las familias empresarias, incluso a través de grandes empresas, las que han venido tejiendo la tela de araña de nuestra economía, siendo las PYME’S la principal tipología en las que las podríamos encuadrar.
No es por tanto extraño, que tanto en el ámbito jurídico como en el económico, la empresa familiar haya sido objeto de análisis casi obsesivo por parte de los profesionales que a estas áreas nos dedicamos. En este sentido, la última necesidad que se ha advertido para las empresas de estas características, en virtud de las exigencias de la más reciente normativa, es la de la creación de protocolos Compliance. No pretendemos hacer aquí y ahora la enésima exposición de esta cuestión de forma general, sino precisa en cuanto al Tax Compliance de la Empresa Familiar.
En materia tributaria la empresa familiar es especialmente vulnerable, ya que conviven ámbitos con una fiscalidad determinada, como son la propiedad y desarrollo de un negocio operativo o patrimonial y la realización de transacciones económicas; las relaciones y operaciones entre sociedades del grupo y la frecuencia de transacciones entre miembros de la familia y socios, por una parte, y la empresa familiar por otra (operaciones vinculadas); y la titularidad del negocio y su eventual transmisión en el marco de un proceso de relevo generacional (régimen fiscal especial de la empresa familiar).
Es por ello que se hace imprescindible para la empresa familiar la implementación de una política fiscal que analice a esta en su integridad, detectando posibles riesgos y estableciendo protocolos de actuación y políticas de empresa adecuadas y tailor- made.
En relación a esto, conviene ser cautelosos, anticipar tendencias tributarias, desarrollar medidas de control y de prevención y revisar periódicamente y de manera ordenada los requerimientos legales para evitar o minimizar los perjuicios derivados de una inspección o comprobación tributaria.
¿Cómo pueden ayudarte a contener el impacto fiscal tus abogados y asesores de referencia?
Pues sin duda alguna, confeccionando y aplicando un protocolo de revisión de las estructuras y políticas tributarias de empresa familiar, en la que se asigne responsables de su seguimiento y correcta implementación; verificar los posibles riesgos tributarios que existen en la compañía; analizar la valoración de las operaciones que realizan los socios, familiares de estos y los administradores con la sociedad; estudiar si la estructura societaria del grupo familiar es fiscalmente optima y valorar la creación de un holding o sociedad que posea las participaciones familiares o de cada una de las ramas familiares; y por supuesto revisar la tributación personal de los miembros de la familia empresaria y valorar si se debe acordar que todas las declaraciones tributarias de los miembros de la familia y sus sociedades sean realizadas por el mismo equipo de abogados y asesores fiscales para garantizar una aplicación homogénea de criterios tributarios.